El Misterio de tu Cuerpo que transformará tu Mente: el Cerebro Intestinal
Revelamos cómo el segundo cerebro en tu intestino influye en tu estado de ánimo y qué alimentación puede mejorar tu bienestar emocional.
¿Alguna vez has tenido un “presentimiento”?
Esta palabra, a menudo es usada para describir la intuición o las “corazonadas”, y podría ser mucho más real de lo que crees. Las mariposas en tu estómago antes de un momento crucial, el nudo en el estómago ante un problema, la calidez cuando tomas una decisión correcta, sensaciones en la tripa que te guían...
Se trata de un delicado equilibrio de sinapsis electro-químicas, conectadas con el misterioso entorno de nuestras vísceras. Un radar emocional heredado en nuestro cerebro mamífero. Mientras disfrutas de un desayuno saludable, el sistema digestivo, ese fascinante laberinto, está sintonizando con tus emociones y aspiraciones más profundas.
Tenemos un "segundo cerebro" que analiza información inconscientemente, y envía señales para ayudarnos a navegar por el mundo. Eso es esa intuición; esa claridad emocional.
Se habla mucho de dietas, calorías y nutrientes, pero rara vez consideramos cómo cada bocado que comemos podría estar moldeando nuestra mente.
¿Cómo influye nuestra dieta en cómo nos sentimos día a día?
La conexión intestinal, tu segundo cerebro
Desde tiempos ancestrales, la conexión entre mente y cuerpo ha sido el epicentro de sabidurías milenarias: la Medicina China armoniza el flujo del Qi en nuestros meridianos vitales; el Ayurveda indio vigila el fuego digestivo, Agni; el tercer chakra, Manipura, gobierna nuestro poder personal y digestión. Los griegos, con Hipócrates y Galeno, describieron los humores como un delicado equilibrio de fluidos digestivos que dictan nuestra salud y emociones.
Estos enfoques tradicionales ya entrelazaban el sistema digestivo y el alma —la psique—, subrayando que nuestro bienestar es un todo inseparable. El sistema digestivo es más que un gestor de la digestión: es un epicentro emocional donde nuestras experiencias y sentimientos encuentran expresión visceral.
Tenemos un"segundo cerebro", el cerebro intestinal —o sistema nervioso entérico—, una red neuronal compleja que se comunica íntimamente con nuestro cerebro, moldeando nuestra salud física y emocional.
La ciencia moderna ha comenzado a interesarse en cómo las bacterias intestinales, bien conocidas por su rol en la digestión, impactan en la salud mental. Tu intestino alberga billones de bacterias y millones de células nerviosas, un eje bidireccional con el cerebro que influye en cómo te sientes, en tus capacidades cognitivas, y en tu salud mental1 .
No dejes de escuchar a tu cuerpo: ese radar emocional, guiado por tu segundo cerebro, es clave para entender y cuidar tu bienestar.
Salud emocional, salud intestinal
¿Sabías que más del 90% de la serotonina que produce tu cuerpo proviene del intestino? Como sabrás, se trata de un neurotransmisor clave en el estado de ánimo, y algunas bacterias intestinales pueden secretar serotonina.
El microbioma intestinal interactúa con el sistema de respuesta al estrés del sistema nervioso, conocido como el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA). Cada vez sabemos más cómo ambos interactúan e influyen en las respuestas del estado de ánimo y la ansiedad.
En la relación bidireccional intestino-cerebro, las bacterias intestinales influyen en la inflamación en todo tu cuerpo. La inflamación ha sido vinculada a numerosas condiciones, incluyendo la depresión (ver en Appleton, 2018). La disbiosis —desequilibrio negativo de bacterias—, resulta en un aumento de la inflamación en el cuerpo y la cronificación parece ligada tanto a la ansiedad y la depresión en algunas personas.
Los tipos y cantidades de bacterias en tu intestino afectan a la química cerebral y, a su vez, tu estado de ánimo y susceptibilidad a desarrollar ciertas condiciones como la depresión. Por ello más que nunca, recordando a una frase atribuida al padre de la medicina, Hipócrates:
"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento."
Cómo transformar tu salud mental con tu alimentación
La dieta en el mundo actual, rica en comidas rápidas y procesadas, es un factor clave en el aumento de la inflamación, la obesidad y enfermedades crónicas 2. Esto se debe a una sobrecarga de azúcares y un desequilibrio múltiple — en macronutrientes, micronutrientes, acidos grasos, ácido-base, un sodio/potasio, fibra — y está afectando a nuestro cerebro.
Tal vez nunca hayas considerado el papel que juega la alimentación y las bacterias intestinales en tu bienestar mental. Sin embargo, la dieta es un factor muy significativo.
Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros, promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas. Las dietas sin alimentos procesados y pocos azúcares favorecen el equilibrio intestinal. Los probióticos presentes en el yogur y los alimentos fermentados —kimchi, chucrut— también pueden ayudar a aumentar la diversidad de tu microbioma. Un estudio con una dieta con todos estos nutrientes, demostró una mejoría en síntomas depresivos.3
Pero no todo es alimentación. El consumo excesivo de alcohol, fumar, la falta de ejercicio, ciertas medicaciones, y el estrés crónico, generan un intestino poco hospitalario, disminuyendo la diversidad microbiana e incrementando bacterias “malas”. Por ello, manejando el estrés —a través de la meditación, el ejercicio o el sueño adecuado— y cambiando esos malos hábitos, crearán también una microbiota más saludable4 .
La dieta y hábitos saludables, son métodos que blindan nuestra salud mental y longevidad. No por lucir mejor el traje de baño, ni ajustarse a los cánones de belleza impuestos por presión social.
Cuida y escucha a tu sistema digestivo para fortalecer tu mente y estado de ánimo.
Este artículo pertenece a una serie sobre salud mental sobre cómo fortalecer nuestra salud y optimizar la mente, iniciada en:
Por qué la Salud Mental está Empeorando Actualmente
En Dinámica Mente, defiendo la importancia de reconsiderar tus elecciones de estilo de vida, como un componente valioso para una salud integral imbatible. Te invito a compartir tus pensamientos:
Buen apetito ;)
Hugo
Appleton, J. (2018). The gut-brain axis: influence of microbiota on mood and mental health. Integr Med (Encinitas), 17(4), 28-32.
Cordain, L., Eaton, S. B., Sebastian, A., Mann, N., Lindeberg, S., Watkins, B. A., ... & Brand-Miller, J. (2005). Origins and evolution of the Western diet: health implications for the 21st century. The American Journal of Clinical Nutrition, 81(2), 341-354.
Yang Y, Zhou B, Zhang S, Si L, Liu X, Li F. Prebiotics for depression: how does the gut microbiota play a role? Front Nutr. 2023;10:1206468.
Wang X, Zhang P, Zhang X. Probiotics regulate gut microbiota: an effective method to improve immunity. Molecules. 2021;26(19):6076.
Y el té negro y el café ☕?
Hola Salvador, aquí un amante de ambos🙋♂️, creo que la respuesta daría para un post. Las xantinas (cafeína, teofilina, teobromina ) son un gran aliado de la salud cerebral. Intento resumir:
* El café, siempre moderado y dejando la última toma al menos 8 horas antes de dormir, la evidencia muestra que tiene efectos positivos en el cerebro, mejorando la memoria y concentración, el rendimiento cognitivo en general, y reduciendo el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson. Para mí, el mejor ergogénico o potenciador cognitivo que existe, es el café de lejos. Pero si te pasas, hay riesgos cardiovasculares, problemas digestivos (mal para tu flora intestinal) y de sueño, además de generar dependencia/síndrome de abstinencia.
*Sobre el té (especialmente el verde), hay evidencia de que tienen efectos positivos cerebrales, mejorando la cognición a la par que reduce el nerviosismo (por la L-teanina ). Los polifenoles del té son potentes antioxidantes, protegen contra el envejecimiento cerebral y enfermedades neurodegenerativas.
Sumo el chocolate negro a la lista.
Un saludo ☕